Con la puesta en marcha de la tercera fase del subsidio a la tasa de interés, que impulsa la compra de vivienda nueva entre 80 y 200 millones de pesos, se prevé que la solicitud de créditos y la venta de finca raíz para inversión aumentarán.

Y es que ahora los interesados podrán adquirir una segunda casa o apartamento, lo que significa que la compra por inversión estará en la lista de preferencias, con la consecuente alza en la dinámica del mercado de alquiler. Esto, igualmente, impulsará el arriendo de la usada, pues muchos que compran para estrenar, venden o alquilan la que tienen.

Manuel Quijano, gerente de Century 21 Metroin, una de las franquicias de la multinacional de servicios inmobiliarios en Colombia, asegura que "al ser negocios de alto valor, que representan el patrimonio de las personas, una recomendación es la mediación de la inmobiliaria, ya que está comprometida con el cierre de la transacción del bien y con su administración".

Sin embargo, existe la alternativa de hacerlo directamente, práctica que es mejor evaluar con detenimiento. El directivo ofrece algunas recomendaciones.

¿Hay más bienes en arriendo?

Datos de Century 21 indican que 52 por ciento de los colombianos vive en arriendo, lo que da cuenta de una dinámica que, según la compañía, obliga a la elección correcta del inquilino.

¿Qué puede hacer un propietario para alquilar rápidamente?

No desesperarse y, en caso de elegir una inmobiliaria, deberá firmar un contrato de mandato con el fin de que comercialice de manera profesional el inmueble y encuentre el inquilino apropiado; es decir, que lo cuide y pague a tiempo el canon.

¿Con inmobiliaria o directamente?

Con los servicios de una inmobiliaria responsable, la tranquilidad es que si el arrendatario incumple, esta se encarga del proceso de lanzamiento y del pago de las deudas. Así se evitan trámites jurídicos y se garantiza el pago mensual.

Por su parte, al negociar directamente se corre el riesgo de no recibirlo y de que el arrendatario se 'cuelgue' en los servicios públicos o en la administración.

Y algo frecuente: la recurrente dificultad jurídica y el desgaste al tratar de lograr una orden de desalojo cuando un inquilino tramposo no quiere salir.

Otras fallas frecuentes al arrendar un inmueble...

Encomendar el arrendamiento a varias inmobiliarias, ya que al no existir un doliente que dé cuentas de la gestión comercial y legal al propietario, se alargan los tiempos para cerrar un contrato.

Una falla recurrente es que el dueño adecúe, decore y adapte la casa o el apartamento a su gusto. Por eso, una regla general es pintar las paredes de blanco.

¿Qué condiciones debe cumplir el arrendatario ideal?

Debe seguir las políticas o los límites que pone un arrendador o la inmobiliaria.

Sección Vivienda El TIEMPO