El Gobierno anunció que trabaja en un proyecto para darle viabilidad al alquiler de vivienda con opción de compra.
 

Como complemento a los programas que se impulsan para atender a los más pobres (100 mil viviendas gratis) y a quienes ganan entre 1 y 2 salarios mínimos (construcción de otras 86 mil unidades), el Gobierno anunció que respaldará la figura del arriendo para que la gente tenga acceso a un techo digno.
 

El ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, explicó durante el congreso de la Federación Nacional de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas) que finalizó ayer, en Cartagena, que trabaja en varios borradores para consolidar un proyecto que elimine las barreras a quienes desean un lugar para vivir y que estaría listo próximamente.
 

Ante esto, representantes del sector coincidieron en que “es un buen momento para incorporar la figura del alquiler de vivienda a la política habitacional del Gobierno”.
 

César Augusto Llano, presidente de Fedelonjas, asegura que “la iniciativa, que se ha tratado en diferentes escenarios desde hace algunos años, parece que ahora sí tiene un norte con el respaldo de la cartera de Vivienda”.
 

Agrega que los hogares se toman entre diez y veinte años para formar un capital y poder comprar un inmueble; “entonces, ¿por qué no les damos mecanismos para que durante un tiempo menor asuman un alquiler y luego, si lo desean, lo adquieran?”, anotó el directivo, quien destacó el compromiso del Ministerio en ese tema.
 

El abecé de la propuesta
 

Una de las ventajas de implementar la iniciativa del Gobierno es que el contrato de arrendamiento no exige una cuota inicial, que es una de las grandes trabas que se presentan actualmente, especialmente entre las familias de bajos ingresos.
 

De hecho, la apuesta del Gobierno está dirigida, especialmente, a las personas de escasos recursos, que podrían acceder a Vivienda de Interés Prioritario (VIP), que tiene un precio de 42 millones de pesos.
 

Según el ministro Henao, el arrendamiento podría cumplir la función de formalizar y bancarizar a la gente, ya a que quienes se sumen a la propuesta no se les exigiría un historial crediticio.

“Simplemente, este se irá construyendo con el tiempo en la medida en que tendrán que pagar un canon de alquiler y servicios públicos, que permitirá hacerle seguimiento al grado de compromiso y al cumplimiento de las obligaciones”, dijo el funcionario.

 

Diferencia con el ‘leasing’
 

A la inquietud sobre la diferencia de la propuesta con el leasing habitacional tradicional, por medio del cual la persona accede a un contrato de arrendamiento con opción de compra, el Ministro explicó que el leasing es un producto financiero, mientras que el proyecto que se encuentra en estudio tiene la particularidad de que “no implica que el interesado deba postularse a un crédito sino que medirá sus posibilidades con el pago del alquiler y de los servicios”.
 

Vale recordar que el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) ha trabajado en un sistema para impulsar la vivienda en arriendo con opción de compra, sin necesidad de una cuota inicial; se trata del modelo financiero de los TACS (Tasa al Ahorro Construyendo Sociedad), en proceso de consolidación.
 

Este es un buen ejemplo de construcción de historial crediticio, ya que quienes deseen beneficiarse tendrían un terreno ganado, a través del Ahorro Voluntario Contractual que impulsa el FNA y en el que se ve, claramente, qué tan juicioso ha sido el afiliado en su ahorro mensual.
 

El constructor tiene varias opciones para participar
 

Según el Ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, el constructor podría hacer las veces de contratista, como sucede con el programa de las 100 mil viviendas gratis, donde se les propuso edificar con el compromiso de que se les pagaría contra entrega.
 

La segunda alternativa es que sean constructores inversionistas; es decir, que trabajen con sus propios recursos, ejecuten y operen la figura del arrendamiento, mientras las personas se deciden por la opción de compra.
 

El presidente de Fedelonjas, César Augusto Llano, aplaudió y el anuncio y destacó que a través de incentivos, los constructores podrían participar con grandes proyectos, en el segmento social, destinados al alquiler con opción de compra.
 

Editorial Vivienda EL TIEMPO / Gabriel E. Flórez G.

 

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