Según las proyecciones de Camacol Bogotá y Cundinamarca, más de 26.000 unidades de vivienda serán iniciadas en Bogotá en 2019.
 

¿Qué aportará el sector vivienda a la economía en el 2019?
 

La construcción de estas unidades demandará 220.000 empleos directos e insumos por alrededor de 3,6 billones de pesos. Para Cundinamarca se proyecta la iniciación de 24.654 unidades de vivienda, que demandarán insumos por alrededor de 2 billones de pesos en el mismo año.
 

¿De qué depende alcanzar los resultados?
 

Alcanzar estos resultados dependerá en un principio de la continuidad que se les dé a los programas que ofrece la política nacional de vivienda. “Desde la Regional, estamos seguros de que con estos beneficios de la política de vivienda más familias cumplirán el sueño de tener una vivienda propia”, dijo la gerente Camacol B&C, Martha Moreno Mesa.
 

¿Cómo fue el desempeño de la actividad del sector en 2018?
 

Según Moreno, la actividad edificadora cierra 2018 con un desempeño destacable de la región, pues en lo que va del año la dinámica comercial de la vivienda nueva no ha parado de fortalecerse mes tras mes. Mientras que en febrero el crecimiento de las ventas en Bogotá fue de 7,8%, en octubre fue de 13,4%.
 

Una situación similar se presentó en Cundinamarca, que pasó de registrar variaciones de 6,6% en febrero a 17,4% en octubre. En materia de empleo se puede destacar el crecimiento anual de 5% que registró el sector en Bogotá que equivale aproximadamente a 10.000 puestos de trabajo, según las cifras del DANE con corte a octubre.
 

La Gerente de Camacol B&C se refirió, además, a los temas en los que se concentrará el trabajo gremial en 2019; uno de ellos es el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá (POT), en el que destacó los aportes encaminados a la construcción de ciudades de calidad que viene promoviendo el gremio.
 

¿Qué se espera con el nuevo POT?
 

“El nuevo POT es una oportunidad para hacer una transformación real del territorio. La planificación debe estar en función de las dinámicas demográficas y las relaciones funcionales de Bogotá con su área de influencia. El nuevo ordenamiento debe generar calidad de vida para los residentes y mejorar las condiciones urbanísticas, y en especial los rezagos en soportes urbanos que quedaron pendientes con el POT actual. Estamos optimistas de que las buenas decisiones del POT serán respaldadas por la inversión privada y podrán promover la competitividad y consolidar el valor de la región”, dijo la dirigente gremial.
 

“Esperamos que 2019 sea un año de consolidación de la recuperación para el sector edificador en Bogotá y Cundinamarca, por cuenta de condiciones macroeconómicas más favorables y contando con la continuidad de la política de vivienda del Gobierno Nacional”, concluyó Moreno Mesa.
 

¿Y qué pasará con la ley de financiamiento?
 

Este es un tema vital para el futuro del sector. El proyecto de ley de financiamiento, aprobado en primer debate esta semana, por las comisiones económicas conjuntas de Senado y Cámara, plantea la aplicación de un impuesto al consumo del 2% a la venta de vivienda usada.
 

La Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas) manifestó su preocupación al considerar que este 2% a la venta de vivienda usada es antitécnico e inconveniente
 

“Tampoco se puede hablar de impoconsumo pues la vivienda usada no es un consumible”, manifestó Fedelonjas en un comunicado.
 

“Vemos con preocupación que a los impuestos actuales que se pagan año a año como el predial, la valorización, la plusvalía y, adicionalmente, los costos de escrituración y registro, los impuestos de Beneficencia, Ganancia Ocasional y la Retención en la Fuente se le sume un impoconsumo del 2%. Esto provocaría un aumento en la carga impositiva que desincentive a los compradores a hacer negocios y los que decidan hacerlos, prefieran hacerlo evitando los controles y fomentando la evasión”.
 

Por otra parte, se reclamó que el potencial de recaudo que se estima “no se compadece con la realidad. Los catastros nacionales se encuentran desactualizados y por tal razón los avalúos catastrales no reflejan la realidad del valor de los inmuebles en el país. Por lo anterior, la venta de vivienda usada se realiza por los valores que se encuentran registrados en los catastros nacionales que son en su gran mayoría muy inferiores al valor comercial de los inmuebles que se negocian”.
 

De acuerdo con el Observatorio Inmobiliario de Fedelonjas, “el potencial de recaudo de 1,2 billones esperado por el Gobierno no es real. En este momento hay 15.950 inmuebles de más de 900 millones a la venta en todo el país. Si se escriturara por el valor real de venta, apenas se llegaría a recaudar 1,1 billones, pero ese valor no será el que se facture en el ImpoConsumo por cuanto esas ventas se escriturarán por el avalúo catastral y esos avalúos se encuentran desactualizados en la gran mayoría de departamentos”.
 

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