En las viviendas, el cambio de ciertos hábitos de sus residentes puede generar importantes reducciones en la factura de energía. Sin embargo, pocas veces se tienen en cuenta por desconocimiento o, en muchos casos, por falta de compromiso. 
 

La multinacional de gestión de la energía y automatización, Schneider Electric, ofrece algunas pautas de uso diario que pueden promover mejores acciones para el ahorro.
 

Entre ellas destaca la utilización adecuada de los aires acondicionados o evitar abrir la puerta de la nevera innecesariamente; peor aún, dejarla abierta mientras se hacen otras labores.
 

Más allá de la vivienda
 

Un informe de la compañía agrega que las posibilidades van allá de las casas y los apartamentos. 
 

De hecho, en la industria también existen incontables oportunidades de ahorro que son de fácil implementación. 
 

Datos de la compañía revelan que el 60 por ciento de la energía eléctrica que se aprovecha en la industria se consume en motores eléctricos. 
 

Y agrega que el uso de los variadores de velocidad –que son equipos electrónicos diseñados para controlar motores con eficiencia– ofrece ahorros promedio de 30 por ciento de energía en aplicaciones de bombeo y ventilación. 
 

A esto hay que sumarle las funciones de gestión y comando de motores, que sirven para ahorrar costos de mantenimiento y repuestos.
 

Algo que también se debe tener en cuenta es que la medición es el primer paso en un programa de eficiencia energética. 
 

“Esto no se concentra únicamente en la cuantificación de las variables de procesos en una industria; también incluye la capacidad de cruzar información en términos de indicadores de eficiencia para cada etapa y de dar las bases suficientes para generar un plan de ahorro energético en términos de retorno de inversión y beneficio”, concluye el informe de Schneider Electric.
 

10 recomendaciones para tener en cuenta

1. Disponer de controladores en los equipos HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado) y de bombeo. Así, se puede bajar el consumo hasta 50 por ciento en su infraestructura.
 

2. Apagar el computador. Un árbol absorbe entre 3 y 15 libras de CO2 al año. Esto signifi¬ca que se necesitan hasta 500 árboles para producir las emisiones anuales de un computador que queda encendido todo el tiempo.
 

3. Tener sistemas que permitan iluminar por horarios, es decir, programar para que las luces se prendan, apaguen y atenúen en función de la cantidad de luz natural disponible. El ahorro oscila entre 5 y 20 por ciento.
 

4. Usar sensores de ocupación, con el ¬fin de detectar quién está en los diferentes lugares del inmueble. Al dispositivo “sensor” se le pueden detectar dos estados diferentes: ocupado y desocupado.
 

5. Disminuir el uso de la ducha y del calentador eléctrico permite ahorrar, en promedio, entre 25 y 30 por ciento del consumo.
 

6. Aprovechar la luz natural. Para ello se recomienda abrir las persianas y utilizar colores claros en las paredes.
 

7. Hay que eliminar el consumo energético de ‘aparatos vampiro’, desconectando los electrodomésticos y dispositivos que no están en uso.
 

8. Cambiar los bombillos convencionales por ahorradores. El uso de tecnología LED y CFL (focos compactos  uorescentes) puede reducir el uso de energía entre 50 y 75 por ciento.
 

9. El refrigerador no se debe utilizar para enfriar alimentos; importante instalarlo aislado de fuentes de calor como la estufa. Incluso, al comprarlo es mejor elegirlo de la capacidad real que se va a utilizar, pues llena es más e¬ficiente que una a media carga.
 

10. Medir el funcionamiento de la calefacción, la ventilación, el aire acondicionado y las persianas de manera independiente para cada zona, validando la ocupación real y la iluminación natural, ayuda a disminuir el consumo de energía.
 

Fuente: Sección Vivienda EL TIEMPO