Luz ‘verde’ a paneles solares en Bogotá

El Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS) destacó el crecimiento del país en el listado latinoamericano de edificaciones verdes (ver gráfico) y, de paso, sumó al informe un caso de éxito que demuestra cómo ha evolucionado en materia de energías renovables, que son claves en este tipo de proyectos.

De hecho, sobre el tema el consejo dio a conocer un estudio realizado en Bogotá por Chromagen –firma israelí que trabaja el aprovechamiento de la energía del sol para calentar el agua– que comprobó los beneficios de los paneles fotovoltaicos instalados.

Lo curioso es que el experimento demostró que aunque Bogotá aparentemente es una de las regiones menos favorables para estas tecnologías, tiene potencial por explorar.

Los resultados

El estudio se realizó en apartamentos con una ocupación promedio de cuatro personas y un consumo unitario de 50 litros al día a 60 ºC, que equivalen a un total de 200 litros diarios por apartamento a 60 ºC.

En estos consumos se considera el uso por persona de lavamanos, duchas, lavadora y lavaplatos. Además, el porcentaje de ocupación anual del edificio es de 75 por ciento, en promedio.

La solución propuesta consistió en una instalación centralizada con 93 metros cuadrados de calentadores (36 unidades) ubicados en la cubierta, con una acumulación total de 6.000 litros.

En este caso específico se observó un aporte solar de 70 por ciento del consumo de agua caliente de las viviendas. La amortización de los proyectos estudiados en este tipo de inmuebles están calculados entre cuatro y cinco años, según la tipología del proyecto; es decir, en máximo cinco años se recupera la inversión y a partir de allí sólo se obtienen ahorros, para una tecnología con una vida útil de más de veinte años.

Como las construcciones sostenibles, el mercado solar en Colombia se encuentra en un momento de expansión y la inversión en estas instalaciones genera un valor agregado a los usuarios o compradores.

Los cálculos presentados se basan en los costos actuales de la energía que consumen las viviendas. Sin embargo, se entiende que una vez finalizadas las reservas de gas del país los costos de la energía (gas) podrán duplicarse. Eso significa que los plazos de amortización de las instalaciones solares disminuirán.

Voceros de Chromagen señalaron que “ha comenzado un proceso de concientización sobre el uso de este tipo de alternativas energéticas, y las constructoras, las empresas de ingeniería y demás involucrados tenemos la responsabilidad de ofrecerlas”.

Y se está logrando, pues al ver el lugar de Colombia en el listado de proyectos verdes en Latinoamérica que usan estas tecnologías, las cifras son interesantes. De hecho, cada mes ingresan cuatro proyectos al listado sostenible del país.