Tatiana Guerrero Gómez / Redacción

Desde hace años nos vienen insistiendo en que “guardar la plata debajo del colchón” no es la mejor elección, y es verdad, porque así el capital nunca aumentará.

Los derechos fiduciarios se han convertido en una herramienta importante para los constructores inmobiliarios, debido a que a través de ellos logran financiar sus proyectos, pero no solo es algo positivo para ellos, sino también para empresas y personas naturales que pueden invertir su capital, obteniendo rentabilidad por lo que produzca el proyecto cuando ya esté terminado.

¿Qué son los derechos fiduciarios?

Son una alternativa para aho¬rradores e inversionistas. Es una manera de poner a trabajar tu dinero en el sector de finca raíz, con la seguridad de que obtendrás buenos rendimientos sin que debas ocuparte de cosas como el mantenimiento de inmuebles, pagos de servicios y otros temas engorrosos.

Según Luis Eduardo Jiménez, Gerente de la Compañía Jiménez Nassar Asociados, el derecho fiduciario consiste en “fraccionar la totalidad de la propiedad y ponerla a disposición de muchos inversionistas, para que puedan comprar dichas fracciones”.

Así puedes ser dueño de una parte de un edificio, hotel, condominio o cualquier activo, con una inversión inicial que, por lo general debe ser mínimo del diez por ciento del valor total de la compra, después se debe realizar un pago mensual que asegura el derecho fiduciario y que permitirá al inversionista disfrutar de las ganancias, sin tener que ocuparse de temas administrativos o trámites incómodos.

Jiménez enfatiza en que el pro¬pietario de un derecho fiduciario cuenta con la valorización inmobiliaria sin tener los inconvenientes de lucro cesante que presenta el negocio tradicional cuando el bien no está arrendado, porque la rentabilidad recibida es sobre la totalidad del inmueble, sin embargo ésta puede variar dependiendo de la ocupación que tenga el lugar.

¿Cómo funcionan los derechos fiduciarios?

Cuando las constructoras o inmobiliarias tienen un nuevo proyecto por desarrollar, sus promotores crean un fideicomiso que representa el capital que necesitan para que sus ideas se hagan realidad, éste, como lo explica el abogado Andrés Martínez, “es dividido en derechos fiduciarios, que no son otra cosa que títulos de propiedad sobre éste, los cuales se ponen en el mercado, y los inversionistas del proyecto adquieren una o varias partes a través de la compra. El número de derechos fiduciarios que cada persona posea, equivaldrá al dinero que cada uno invirtió”. Para efectos legales, quien invierte será considerado fideicomitente o fiduciante.

Recuerda que después del pago inicial, se debe seguir aportando dinero mensual durante el tiempo que estipule el contrato, que por lo general equivale al tiempo de construcción de la propiedad.

La inversión es administrada por una fiduciaria, es decir, una entidad a la que confías dinero o bienes, esperando que esta se encargue de administrarlos y cumplir una finalidad específica con ellos. Esta actividad está completamente reglamentada por el Ministerio de Hacienda y supervisada por la Superintendencia Financiera.

Hace unos años, este tipo de inversión era exclusiva de grandes inversionistas y empresas, pero recientemente se ha establecido que cualquier persona puede confiar su dinero a una fiduciaria, y dejar que éste no solo genere intereses mientras se inicia la explotación del inmueble en el que se está invirtiendo, sino que además cuando llegue el momento será dueña de una parte, recibiendo utilidades proporcio¬nales a lo invertido durante el fideicomiso.

“Esto ocasiona que inversionistas con un capital no tan fuerte puedan hacer parte de grandes proyectos, debido a que con los derechos fiduciarios, se democratiza la inversión donde distintas personas puedan invertir en el mismo proyecto y ser dueños de una parte de este”, afirma Martínez.

Una de las ventajas que tiene utilizar esta alternativa es que las perso¬nas pueden invertir dentro y fuera de su lugar de residencia, lo que resulta muy atractivo si se tienen en cuenta que los proyectos inmobiliarios están en auge, no solo en Colombia, sino en diferentes partes del mundo.

Casos de éxito con la figura de derechos fiduciarios

BD BACATÁ

Con este proyecto se inicia la transformación del centro de Bogotá que espera mejorar las condiciones de vivienda en el sector, además será el primer rascacielos del país.

Su comercialización se dio a través de derechos fiduciarios, y el número de inversionistas sobrepasa los 4.000. Tendrá 396 apartamentos, 117 oficinas, un centro comercial, un hotel de lujo y un hotel de larga estancia.

PROKSOL

Una empresa especializada en proveer servicios de ingeniería, construcción, y gerencia de proyectos, lidera la construcción del Hotel de la firma internacional Best Western en Santa Marta después de un año de iniciar la venta de derechos fiduciarios, ha llegado al punto de equilibrio y se espera que el hotel este en operación para el año 2015, siendo una excelente alternativa para el turismo vacacional y corporativo.

¿Quiénes pueden ofrecer derechos fiduciarios?

Esta opción de inversión la ofrecen constructoras e inmobiliarias y su dinero estará seguro mientras se desarrolla el proyecto porque éste entrará a ser administrado por una fiduciaria, la cual pide a los encargados de la construcción demostrar capital propio que permitan cubrir los costos. También exige tener todas las licencias al día que aseguren que el proyecto se podrá elaborar sin ningún inconveniente de tipo legal o administrativo.

Además, la fiduciaria no desembolsará el dinero hasta que sea seguro que existe un punto de equilibrio, haciendo viablela realización del mismo, así los inversionistas podrán estar tranquilos de no perder su capital.

En caso de que los constructores del proyecto no logren seguir adelante y deba cancelarse, el capital será regresado con los intereses que se hayan registrado durante el periodo que estuvo en el fideicomiso, otra de las ventajas de elegir este modelo de inversión.