El ministro de vivienda canadiense, Ahmed Hussen, planteó que mientras que el gobierno canadiense toma medidas para frenar el aumento de los precios de los inmuebles, más del 50% en los dos últimos años, a esto hay que sumarle otros factores como la limitada oferta de vivienda, el alto nivel de inmigración y las bajas tasas de interés.

 

Ahora bien, por esta complicada situación las familias más jóvenes ven con más dificultad encontrar una casa en las grandes ciudades como Toronto o Vancouver. Es por eso que el Primer Ministro canadiense ha tomado medidas para intentar estabilizar el precio del mercado inmobiliario y para ello ha prohibido a la mayoría de los extranjeros realizar inversiones masivas.

 

Impulsar la oferta de viviendas es lo fundamental según el presupuesto del gobierno de Trudeau. El Primer Ministro señaló que más de 200.000 viviendas han sido construidas en los últimos años y se comprometió a duplicar esa cifra durante la próxima década. 

 

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Canadá es el país con menor número de viviendas por cada mil habitantes de cualquier nación del G7, y esto ha ido disminuyendo debido al crecimiento de la inmigración según datos de del Bank of Nova Scotia en un informe el año pasado.

 

Pero esto no convence del todo a los analistas, sobre todo porque la mano de obra calificada en el sector de la construcción es escasa. ¿Dónde están los trabajadores? Segunh Hussen "la inmigración es una de las herramientas para abordar la falta de oferta de vivienda adecuada, porque muchos inmigrantes cualificados están llegando a través de nuestras políticas de inmigración inteligentes para ayudarnos a construir".

 

Avery Shenfeld, economista jefe de CIBC World Markets, es uno de los escépticos frente a las medidas del ministro de vivienda.

 

"Sin un plan de inmigración específico que convenza a los jóvenes residentes a considerar usar un martillo en lugar de un ordenador, continuaremos luchando para aumentar la oferta lo suficiente como para permitir que más canadienses sean dueños de su propia vivienda", aseguró en una entrevista.

 

Por su parte, la ministra de finanzas, Chrystia Freeland, hizo un llamado a los comentarios desalentadores de los analistas: "Vamos a hacer todo lo que dijimos que vamos a hacer… Una población en crecimiento necesita un suministro de viviendas en aumento".

 

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