Mauricio Riaño Martínez / Redacción y fotos
 
Su concepto es el de un café y su nombre es un homenaje a la distinguida calle con el mismo nombre y a la iglesia construida por los jesuitas en 1686. 
 
Está en una casa colonial que conserva espacios, puertas, techos y vigas originales. La intención es ofrecer no solo un lugar en el centro de Bogotá donde poder disfrutar de un delicioso café colombiano, sino que también puedan apreciar la belleza de las casas históricas del sector de la Candelaria.  Conozca también La Puerta Falsa

Un tranquilo y cultural lugar

Desde que se atraviesa el gran portón de madera robusta, se tiene la sensación de estar entrando a una galería debido a la exposición permanente de la artista Natalia Pontón, con obras que están para engalanar el lugar, apreciar, y si lo desea, poder adquirir una de ellas. 
 
Es uno de los lugares escogidos por extranjeros, ejecutivos y estudiantes que encuentran en este café más que un lugar público, un sitio que les da la tranquilidad y amabilidad como si estuvieran en su propio hogar.
 
Es un lugar donde la gente puede sentarse a conversar, leer o simplemente apreciar la belleza de una casa tradicional que contempla aquellos detalles europeos debido a la influencia española durante la colonización.  Además recorra la Pastelería Florida
 
Para Amparo Guzmán, administradora del Café de la Peña, “la idea es que puedan apreciar una de las casas coloniales, disfrutar de un buen café colombiano, de las delicias que ofrece la pastelería francesa, pero sin venderle una marca, lo importante es que cada persona que trabaja aquí tiene una identidad propia y queremos que los visitantes lo sientan así”.

Mezcla de sabores

Las delicias que se venden en este lugar tienen un trabajo que hace que cada una de ellas sea especial.
El café ha sido seleccionado después de hacer un estudio entre los mejores de Colombia y por esa razón se está utilizando el del Huila, que cumple con todos los requisitos que debe tener un buen café colombiano y que se complementa en su proceso de preparación en una tostadora artesanal.
 
La pastelería francesa, que se ha fabrica con recetas tradicionales, le dan ese acompañamiento perfecto para que en cualquier hora del día se pueda disfrutar de una repostería única en el centro de Bogotá. 
 
Fuente: Amparo Guzmán, administradora Café de la Peña
 
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