El coronavirus está cambiando la dinámica de los mercados financieros alrededor del mundo. Casi todos los activos están perdiendo valor, muchas compañías están luchando por sobrevivir, y la bolsa de Colombia ha caído más del 15% desde el comienzo del año (de acuerdo con datos hasta el 12 de junio). Sin embargo, hay indicios de que al menos un activo ha salido ileso – la vivienda.
 

En otros países, como en Estados Unidos, los precios de las residencias han permanecido estables mientras el resto del mercado financiero cae fuertemente. Los índices principales de la bolsa americana, como el Dow Jones, han caído el 15% en el último año, en tanto que el precio promedio de la vivienda ha subido el 8%. Así lo asegura Nicole Friedman en su artículo ‘Why Home Prices Are Rising During the Pandemic’, publicado en el Wall Street Journal el 5 de mayo.
 

Esto ha hecho que la vivienda sea hasta ahora una buena inversión frente a la situación con el coronavirus. ¿Pero por qué la vivienda ha sido menos afectada que otras inversiones? Las dos razones principales detrás de este fenómeno son: las fuerzas de oferta y demanda y la expectativa de mayor inflación.
 

Mucha gente piensa que se dejará de comprar vivienda dada la situación económica del país, y por eso bajarán los precios. Sin embargo, aquí nos falta considerar el otro lado de la moneda. Los constructores también se enfrentan a varias limitaciones causadas por el virus, lo que implica que es probable que construyan menos en el futuro.
 

Con menos viviendas a la venta en el mercado, los compradores tendrán que competir con aun más personas para comprar. Eso mantendrá los precios estables mientras el país se recupera de su batalla con el coronavirus. Esto es lo que ha pasado en países como Estados Unidos, y no hay ninguna indicación hasta ahora que sugiera que va a ser distinto en Colombia. 
 

Además de eso está la inflación. Para luchar con el coronavirus, la mayoría de los gobiernos alrededor del mundo han gastado unas grandes sumas de dinero. Estas son las medidas aconsejadas por los economistas, y el gobierno colombiano ha hecho lo correcto en hacerles caso. 
 

Por esta razón, el gobierno está gastando más de lo que recibe de nuestros impuestos actualmente, por medio de programas como Ingreso Solidario y el recorte del IVA. Parte de ese dinero viene de préstamos que el gobierno les pide a inversionistas, pero otro pedazo es dinero que el gobierno imprime.
 

Ya que la cantidad de billetes en el país subirá mientras que la cantidad de bienes no, los precios de todas las cosas subirán un poco y harán que el peso valga un poco menos. Eso significa que las personas que están ahorrando en dinero en efectivo, como una cuenta de ahorros o un CDT, pueden perder una parte de sus ahorros ya que su dinero vale un poco menos.
 

Sin embargo, los activos reales, como la vivienda, siguen valiendo lo mismo que antes porque no son dinero en efectivo, lo que significa que son más fuertes en relación a otros vehículos de ahorro. Por esta razón, los dueños de vivienda tienen una buena oportunidad para ahorrar e invertir durante un momento difícil como al que nos ha llevado el coronavirus.
 

Por estas dos razones, la finca raíz ha sufrido menos que otras alternativas de inversión durante los difíciles momentos que vivimos por el coronavirus. El mundo entero está luchando contra la gran incertidumbre de esta situación inédita, y nadie tiene certeza de lo que va a pasar. Sin embargo, la industria de finca raíz tiene razones para ser optimista. Ha mostrado un buen desempeño relativo a otras opciones de inversión, y es posible que lo continúe haciendo mientras el coronavirus afecte nuestras vidas. 

 

Por Andrés Isaza Valencia, Economista de Dartmouth College con Maestría en Negocios de Wharton y Maestría en Estudios Internacionales de la Universidad de Pensilvania.