La malvada de la telenovela Amor en custodia, demostró que como anfitriona sí es muy buena.
 

Ubicado en el noroccidente de Bogotá, este apartamento ha sido para Jenny una de sus mejores adquisiciones. Pese a que la mayor parte de su vida se ha desarrollado en escenarios más amplios y libres (casas al interior de la ciudad y viviendas de recreo en tierra caldense), este nuevo espacio le ha permitido acrecentar su sentido de pertenencia con el hogar.
 

Un apartamento de aproximados 100 metros cuadrados, construido con el fin de integrar a la familia, de atraer fuertemente a quienes lo visiten y de sellarlo con un estilo propio, ha logrado convertir a Jenny en una mujer mucho más hogareña.
 

Basta con identificar su influencia en todo este lugar. Desde la elección de los colores hasta el menú que debe saltar a la vista cuando alguien llega a la cocina, son autoría de la actriz. Eso sin duda, ha estrechado la relación de ella con su casa.
 

Hay que decirlo. Tan fuerte ha sido su compromiso con este nuevo hogar que cualquiera alcanza a percibirlo. Al llegar, es imposible no reconocer la minuiciocidad con la que se decora.
 

Regularmente huele a cítricos, las frutas siempre son naturales, los accesorios grandes y de colores fuertes, el mobiliario en madera clara, la sala de tonos tierra, hay un salón de juego y 'locura', la habitación principal es blanca, la vista sobre el noroccidente de Bogotá es hermosa y la manera como reciben a los invitados es excepcional.
 

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Carolina Soto Ramírez / Producción periodística - Alfonso Guitiérrez / Fotográfo.

 

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