A pesar del auge de restaurantes que hay en Colombia aún existe un vacío para público especializado y ofertas diferenciadoras. Así lo entendieron los representantes de Upper Side 81st Street, quienes decidieron traer al norte de Bogotá esta experiencia neoyorquina no solo en gastronomía, sino en arquitectura y servicio.

"En la capital estos establecimientos generalmente cierran sus puertas a 11 de la noche, lo que obliga a la gente a buscar rumbeaderos o a irse a la casa si quiere compartir un rato más, de forma diferente", dijo Aileen Sasson, una de las socias del lugar que abrió la semana pasada.

Para lanzarse a la aventura de Upper Side 81st Street, la empresaria realizó con sus aliados &ndashentre ellos el español Javier Coria&ndash, un concienzudo estudio para apuntarle al nicho acertado. Y en esto también tuvo que ver la arquitectura, en la cual también participó Saúl Sasson, hermano de Aileen, quien tras evaluar con los demás socios algunos ambientes de la calle 81 con carrera 13, vio que había similitudes a los loft neoyorquinos; es decir, espacios abiertos y de grandes alturas.

El gastrobar es una de las atracciones. Allí sobresale la madera desgastada y, en el techo, un ambiente con tuberías industriales y paneles superiores que aportan a la acústica. Otros toques característicos son el piso de madera levemente gastado y la grifería antigua de los lavamanos en una zona de baño a la usanza de los camerinos, a los que se suman las telas de sofás a la usanza de los años cincuenta y un tono verde que evoca el color de la Estatua de la Libertad, que se complementa con el blanco del comedor, en el que reposan vajillas del mismo tono.

Extranjeros avalan el proyecto

-La inversión en Upper Side 81st Street, es un 99 por ciento de españoles, ingleses y alemanes, mientras que el resto está repartida entre colombianos. - Con la apertura de este restaurante quieren atraer a público de 30 años en adelante, quienes sin disgustarle la rumba quieren hallar un espacio distensionado para alternar comida y música hasta las 3 de la mañana. -"entre inversionistas locales encontramos poco apoyo ; sin embargo, a los extranjeros la idea les sonó más rápido", dijo Aileen Sasson, una de las socias.

Abrirían otro restaurante

-El plan de los empresarios -que mantuvieron la reserva del monto invertido- apunta a recuperar los recursos en 18 meses, para luego ampliar el restaurante e incluso, iniciar el proyecto para el segundo.

Contenido EL TIEMPO, sección Vivienda