Mauricio Riaño Martínez / Redacción - Laura Guana Romero / Producción y realización - Camilo Ruiz / Video

Su diseño de hace 127 años tuvo una restauración con avances del siglo XXI, siendo nominado al Premio Nacional de Arquitectura 2012.
 
Después de varias remodelaciones en diferentes épocas, el Teatro Cristóbal Colón de Bogotá fue perdiendo el concepto inicial con el que fue construido en el siglo XIX, por el arquitecto italiano Pietro Cantini.

Desde el 2008 se viene realizando una verdadera restauración de la emblemática estructura nacional, liderada por el arquitecto Max Ojeda y su unión temporal con el arquitecto Jairo González y los ingenieros Fernando Ortiz y Camilo Humberto Torres, quienes con su excelente trabajo fueron galardonados en la XXIII Bienal Colombiana de Arquitectura, con el proyecto de restauración Primera Etapa del Teatro Colón en la categoría Restauración e Intervención en Patrimonio.
 
Deshacer casi 100 años de modificaciones
 
"Recuperar el ambiente y el concepto del espacio que había en el momento" fue el objetivo que se plantearon Max Ojeda y su equipo para revertir los daños causados al teatro por el tiempo y las remodelaciones, para acercarlo nuevamente a la obra realizada por Cantini en el siglo XIX.
 
Entre las grandes recuperaciones que se hicieron, estuvo rescatar el color original y la estructura de las paredes, en las que se dejaron unas "ventanas a la historia", como llama Ojeda a unos espacios que permiten apreciar las paredes originales de la época y compararlas con las reestructuradas.
 
Recuperaron las rejas de las taquillas originales hechas en bronce; el color de las cariátides, figuras femeninas esculpidas que tienen función de columnas; restauraron las lámparas; descubrieron las bases de mármol de las columnas tapadas con yeso y pintura; y rehabilitaron las pinturas de los techos y paredes de los palcos para "respetar otro concepto que es la memoria colectiva, la memoria de las personas que recuerdan sus palcos totalmente rojos" explica Max Ojeda.
 
Fin a la segregación social
 
El Teatro Cristóbal Colón tuvo una modificación importante en su estructura inicial; el objetivo era acabar con la segregación social de la época. Fue modificado 'El gallinero' como se le llamaba al lugar destinado para las personas de clase baja, ubicado en la parte superior del teatro, con menor visibilidad y con acceso directo desde el primer piso. Tenía como función separar a las personas de esta clase para que no tuvieran contacto con la gente de clases más altas. Ahora 'El gallinero' tiene acceso a las demás plantas y también cuenta con sillas ergonómicas y cómodas.
 
La estructura original tenía una carga social muy fuerte, la idea fue hacer la inclusión social de todo el teatro, cambiando la segregación para que todas las personas puedan integrarse, conocerse y comunicarse.
 
Tecnología aplicada a un modelo clásico.
 
Dentro de los cambios que se hicieron en la estructura del teatro, después de que se restauró la lámpara original y volvió a ser puesta en su lugar después de varias décadas, se instaló un sistema eléctrico que permite bajarla del techo con el objetivo de hacer un fácil mantenimiento, como cambiar las nuevas luces LED que también están presentes en el resto de la iluminación del teatro.
 
El piso de la Sala Mallarino, sala que será utilizada como un espacio múltiple para todo tipo de presentaciones, tiene un rebote especial que permitirá desarrollar mejor actividades como las danzas y otros tipo de presentaciones.
 
Cumpliendo con las normas vigentes de sismoresistencia se hicieron ajustes en toda la estructura permitiendo hacer de esta edificación un lugar más seguro.
 
Aunque el mobiliario es el original del teatro se hicieron cambios en telas y maderas, porque después de realizar pruebas acústicas se determinó que eran demasiado absorbentes causando que el sonido se perdiera.
 
Nominación al Premio Nacional de Arquitectura 2012
 
El arquitecto Max Ojeda obtuvo este reconicimiento luego de la convocatoria realizada en enero de este año durante la XXIII Bienal Colombiana de Arquitectura, y que terminó con la elección de 105 obras que serán presentadas al público en el libro y exposición de la Bienal Colombiana de Arquitectura 2012, que se constituye desde hace 50 años en el reconocimiento más importante que puede recibir un arquitecto en nuestro país.
 
El Jurado Único de la Bienal eligió entre estos 105 trabajos a los ganadores en cada una de las ocho categorías -una de ellas fue declarada desierta- y donde Ojeda resultó ganador en la categoría Restauración e Intervención del Patrimonio. El premio será entregado el próximo 5 de octubre.

Según los jurados, este proyecto está nominado porque "recupera elementos perdidos del edificio original, al tiempo que resuelve imperceptiblemente las demandas de reforzamiento estructural requeridas y mejora las condiciones de uso en aquellos espacios".

 

Invitación:

La XXIII Bienal Colombiana de Arquitectura, que se realizará del  3 al 5 de octubre en Armenia, Quindío, es la cita que cada dos años convoca a los arquitectos del país en torno a lo mejor de la arquitectura colombiana y que este año celebran 50 años incentivando la excelencia en cada una de las obras y trabajos producidos por lo profesionales de la arquitectura en nuestro país.
 
El evento, al que se puede inscribir desde ya, contará con tres conferencistas internacionales y durante el cual se conocerá el nombre del arquitecto ganador del Premio Nacional de Arquitectura 2012.
 
Más información:  www.sociedadcolombianadearquitectos.org