Juan Sebastián Morales / Redacción Metrocuadrado

Se dice que a través del cine se cuenta la historia de la humanidad: sus problemas, sus culturas, y porque no, la forma en la que viven. Pues bien, la vivienda no es ajena a esta máxima del mundo del relato cinematográfico.


Up: La Casa de Carl y Ellie

Darle “play” a Up! y no dejar escurrir una lágrima en los primeros diez minutos de la película es una odisea épica que va contra todas las leyes de la sensibilidad. Pues bien, este hogar que después volaría hasta Sudamérica tan solo amarrado de globos con helio, fue el que construyeron Carl y Ellie como su nido de amor. (Conozca Los 5 colegios más espectaculares del mundo)
 


Para muchos la casa de Up si existe, más precisamente en Seattle, Estados Unidos, donde pareciera se repite el mismo guión. Allí Edith Macefield en el año 2006 declinó una millonaria oferta por su humilde casa de dos pisos que le hiciera una constructora local para construir un importante corredor comercial. Años después la señora Macefield moriría, pero eso sí, no permitió que su vivienda le fuera arrebatada de sus manos hasta el día de su muerte. (Siete pecados decorativos, ¿cómo solucionarlos?)

 


La Estrategia del Caracol: La Casa Uribe

Estratégicamente ubicada en la carrera novena con calle décima, la casa fue dividida durante la década pasada en algunos espacios comerciales (de implementos militares, por ejemplo), y ya poco queda de esa imagen de gigantesco inquilinato, pero eso sí, su estructura colonial, aunque dividida, se percibe intacta.
 


Precisamente la edificación evoca toques coloniales, con colores contrastados, típico estilo de esta zona de la capital. Un patio enorme y un centro lleno de luz por el que hasta una tina gigantesca alcanza a pasar, son algunos de los rasgos de esta legendaria vivienda.

 




Psicosis: La Casa Baines

Psicosis le costó a Hitchcock menos del millón de dólares, y para lidiar con ese bajo presupuesto para los estándares de Hollywood, decidió construir para 1959, y en medio de los Estudios Universal, esta casa que narra una de las historias más icónicas del terror.
 


La residencia representa la arquitectura de California, aquella que tiene toques góticos y ha inspirado a diversos directores del género del terror.



La casa ha sufrido un par de renovaciones, así como varios desmontajes, pues hoy es un punto visitado en la ruta turística de Universal Studios en Hollywood.

 


La Naranja Mecánica: Jaffe House

Bautizada como “Jaffe House”, el arquitecto Norman Foster fue la mente tras esta mítica vivienda en la que Stanley Kubrick grabara una de las violaciones más recordadas y sórdidas en la historia del cine.
 


Una casa con toques de un futuro no muy distante, con colores llamativos y un piso en madera regado por todo su espacio.
 


Asimismo el techo en vidrio reforzado le da la vivienda un toque de modernidad y amplitud que juega con el famoso librero que los “drugos” tiran al suelo de manera aparatosa. Las obras de arte abstracto hacen su aparición por el recinto, destacándose figuras de penes enormes y pinturas con colores estrambóticos.
 


Fue construida en 1966 sobre 260 metros cuadrados, y en esta casa su creador quiso probar un concepto con organizaciones funcionales, dejando por ejemplo niveles diferentes para cada espacio de la casa, además de permitir habitaciones flexibles y reconfigurables para integrarse con otras partes, toda una revolución para ese momento.

 


Blade Runner: La Casa Ennis

Aunque conocida mundialmente por ser representada en una de las más emblemáticas cintas sobre el futuro, La Casa Ennis (“Ennis House” es su nombre en inglés), ubicada en Los Ángeles, California, fue construida hace ya casi un siglo, más precisamente en 1924 por Frank Lloyd Wright, uno de los maestros de la arquitectura en el siglo XX.
 


Este lugar fue hecho con bloques de cemento especiales, así como una técnica que Lloyd Wright bautizaría "bloques de tela”, la cual le permitió imprimir en esta residencia un estilo maya en las paredes. Precisamente este estilo se convierte en inolvidable gracias a las escenas de Blade Runner, donde contrastan con la luz del fuego que ilumina el lugar.
 


Para el año 2009 la construcción salió al mercado por un valor de15 millones de dólares (aproximadamente 46 mil millones de pesos actuales) .

 


 

Sleeper: The Sculptured House

Una de las películas más arriesgadas de Woody Allen tuvo lugar en una casa, ¡pero no en cualquier casa!
 


Se trata de la “Sculptured House”, un ícono arquitectónico de Denver clavado en medio del bosque de la región. Construída en 1963 por el arquitecto Charles Deaton, esta vivienda tiene una peculiaridad sin par: el dueño se gastó todo su dinero en el exterior, quedándose sin un centavo para amoblar el interior, por lo cual pasaron más de 30 años en los que la residencia estuvo abandonada.



El color predominante es el blanco en sus paredes, las cuales son extensas y juegan con grandes vidrieras, dando así una sensación de luz y aire permanente. Sin duda su mayor cualidad son precisamente sus amplios vidrios que dan hacia el exterior, divididos por columnas delgadas.



El abandono terminó el día que un industrial estadounidense (John Huggins) adquirió el domicilio, y para restaurarlo, contrató a la hija del arquitecto original, Deaton, para que le diera los toques necesarios para ser habitable. Tras esto la casa fue revendida y hasta tomada por la ciudad de Denver por líos judiciales.


Fuentes: Telegraph, Imdb, El mundo.