En los años 90 el cemento pulido, utilizado en espacios industriales y comerciales, se convirtió en una tendencia decorativa para los apartamentos. Con el paso de los años, este material se ha reemplazado por otro más ligero y fácil de aplicar, el microcemento, así lo afirma la arquitecta española Arantza Álvarez.
 

Pero, ¿qué es el microcemento?
 

De acuerdo con Álvarez este material “surge de la modificación molecular del cemento tradicional, descompuesto en moléculas más pequeñas”. 
 


 

Como resultado lo que se obtiene es un material resistente pero ligero, “que no requiere juntas de dilatación”, es decir, aquellas grietas planificadas en una superficie que permiten los movimientos independientes en cualquier dirección entre las partes de la estructura. 
 

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Ventajas del microcemento
 

Una de las principales ventajas que te ofrece el microcemento es la posibilidad de aplicarlo en prácticamente en cualquier superficie de forma continua y sin cortes visuales.
 


 

Además, es resistente a productos de uso diario como aceites y detergentes. Y, aunque no es impermeable por sí solo, al finalizar su instalación adquiere esta característica al ser sellado.
 

Así mismo, este producto no necesita ser pulido, pues al endurecerse, queda brillante y liso.
 

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¿Dónde puedes utilizarlo?
 

El microcemento lo puedes usar en paredes, pisos, techos, escaleras y e incluso en lavamanos.
 

Como te contamos anteriormente este puede ser usado sobre casi todas las superficies, como por ejemplo: yeso, mármol, cerámica, vidrio, hierro, entre otros.
 


 

Sin embargo, Francisco Regalado, experto en este material, afirma que el microcemento no es adecuado para aplicarlo sobre parqué o la madera natural, pues “la apertura de juntas que se suele producir debido a los movimientos de dilatación y contracción de las tablas puede afectar al microcemento”.
 

Colores y acabados
 

Aunque las tonalidades grises son las más comunes para los pisos en microcemento, también se pueden utilizar otros colores.
 


 

“Van desde básicos, como los grises, arenas, habano, blanco, beige, agua marina u óxidos, hasta la posibilidad de poder elegir un color fuera de estos y realizar algo más personal. Así mismo, se puede jugar con fondos de un tono y vetas de otro”, aseguran los expertos en revestimientos Maximiliano Canelo y Elizabeth Cavallera.

 

En cuanto a los acabados, los especialistas coinciden en que el microcemento puede ser mate o brillante, liso o rugoso e incluso antideslizante. Además, en él se pueden incrustar otros materiales como franjas de madera, metales, vidrios, entre otros que den un toque personal. Así mismo, de acuerdo con la técnica empleada al aplicarlo, se pueden generar efectos de agua, humo y texturas. 
 

Pasos para su aplicación

 


 

A pesar de que su instalación es artesanal, es necesario que el proceso lo hagan personas especializadas. Este material se debe aplicar por capas con una espátula metálica y debe quedar de dos o tres milímetros de espesor. 
 

Este es el paso a paso:
 

1. Preparar la superficie: Álvarez y Regalado coinciden en que esta debe estar nivelada, lisa, firme, libre de humedad y limpia.
 

2. Imprimar el soporte: es decir, preparar la superficie con un material adecuado para que el microcemento se adhiera sin problema. “Se utiliza látex en el caso del mortero (masa constituida por arena, conglomerante y agua) y del yeso. Y si se trata de cerámica, terrazo (trozos de mármol aglomerados con cemento) o mármol se usa el adhesivo epoxi bicomponente”, comenta Álvarez.
 

3. Capa base: por lo general se debe aplicar dos capas, la primera blanca o gris y posteriormente otra del color elegido. 
 


 

4. Capas de microcemento acabado o fino: se colocan dos capas de este material que va a dar el aspecto final. Ambas deben ser del color escogido.

 

5. Sellado: para terminar, se debe cubrir el material con dos capas de sellador acrílico y después se aplicará una capa de poliuretano. Posteriormente, dependiendo del brillo deseado, esparcir cera.
 

Es importante tener en cuenta que entre capa y capa se debe dejar secar por completo, aproximadamente durante dos y tres horas, y lijar. Una vez finalizado todo el proceso, se debe esperar 24 horas antes de pisarlo, aunque, según los expertos, alcanza su dureza final después de siete días. 
 

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Perfecto para remodelaciones
 

 

Por su facilidad de adherirse a cualquier superficie es ideal cuando se va a hacer una reforma en el hogar, por lo que ahorra tener que eliminar el piso anterior.
 

Además, por el grosor del microcemento (entre dos y tres milímetros), por ejemplo, no se van a ver afectadas las puertas, pues la altura del suelo no aumenta considerablemente.

 

Paola Rueda Polo / Redacción

 

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