La cocina, al igual que cualquiera de las habitaciones de la casa, es totalmente susceptible a una decoración sobre la base de cuadros que hagan la estancia más adecuada a los fines para los que fue concebida.

La decoración con cuadros en la cocina se torna difícil ya que siempre cuesta trabajo decidir que colgar en las paredes.

Por lo general, los cuadros de la cocina son diferentes a los del resto de la casa, porque siempre se debe hacer hincapié en su propia esencia, razón que lleva a usar cuadros con elementos naturales, sin embargo ser más arriesgados y optar por la combinación de colores es una buena estrategia.

Los escenarios naturales como lagos, plantas y paisajes quedan muy bien en este espacio, no obstante la figura humana y abstracta también tiene cabida.

Al igual que en el resto de la casa los cuadros, deben mantener una armonía visual con respecto al resto del mobiliario, intentando que los cuadros se sumen al diseño y estilo de la cocina y no siendo por sí mismos objetos de principal observación.

La forma en que se cuelguen los cuadros generan diversos efectos visuales, si lo que se quiere es un cocina más alta de deben poner cuadros en forma vertical.

Es importante no recurrir a cuadros realistas de hechos violentos y de caras tristes ya que estos no inspiran a una buena alimentación y tergiversan la decoración. El surrealismo es una buena tendencia artística para la cocina ya que invita a dar rienda suelta a los sentidos y entre mezcla gran variedad de colores.