El ruido puede ser uno de los mayores contaminantes acústicos con comprobados efectos adversos sobre el bienestar de quienes disfrutan los espacios como afectación del sueño, falta de concentración  y hasta estrés. 

 

Con el desarrollo de las ciudades donde prima la construcción en alturas, es cada vez más frecuente tener edificios de más de cinco niveles donde las ráfagas de viento empiezan a ser más fuertes con la altura y con ellas llegan también los silbidos del viento en pisos altos que reducen el confort interior de los espacios. 

 

Por eso para disfrutar el encanto de vivir cerca del cielo con total confort, existen hoy soluciones de alta tecnología  en ventanería que no solo permiten eliminar los molestos ruidos  y cambios drásticos de temperatura, sino que traen consigo otros beneficios como características termo-acústicas, eliminación de humedades, la posibilidad de adaptar cualquier tipo de vidrio, con sus diferentes calibres y características, incluso desde el interior del apartamento evitando andamios y gastos en personal especialista en alturas, entre otros beneficios aledaños. 

 

Este adelanto viene de la mano de un material que en el mundo está presente incluso en los viajes espaciales gracias a sus características eternas, de alta resistencia y alta tecnología: el PVC mejorado. 

 

Con él hoy se fabrican ventanas con perfiles compactos sin juntas o uniones que eliminan la posibilidad que a través de espacios en el material se cuele el viento y produzca ruidos, cambios drásticos de temperatura o aún peor, las molestas filtraciones de agua; por ser termo-acústicos mejoran el confort interior y disminuyen el gasto en aires acondicionados o calefacción; al ser el PVC un material inerte no se oxida y no genera hongos o bacterias y su formulación de alta tecnología protege toda su estructura así que no le afectan los rayos ultravioleta, ni los ambientes salinos o industriales, conservando de principio a fin de su vida útil su aspecto, sin deformarse  o cristalizarse por la acción de las condiciones ambientales. 

“De hecho no lo ataca prácticamente ningún químico, así que ni los ácidos lácticos o el muriático, tan usado en la limpieza de fachadas, lo afectan. Si se llegare a rayar, mantiene sus propiedades en todo el material sin afectar su estructura, por lo que lo único que hay que hacer es lijarlo, ponerle una crema como las de brillar los carros, y seguir disfrutando de sus bondades” – sugiere la Arq. María Alexandra Cardona, Directora Comercial de ventanería de Azembla. 

Incluso, a través de sofisticados procesos tecnológicos, este tipo de ventanería viene hoy con la posibilidad de adaptar múltiples acabados en chapillas para personalizar las ventanas, ya sea del hogar o de la oficina. 

“Con los avances en diseño interior y las tendencias cada vez más marcadas de personalizar y crear ambientes únicos, esta posibilidad de ventanas con perfiles personalizados, son una gran ventaja para diseñadores de proyectos residenciales, hoteleros, hospitalarios y de educación, constructores y propietarios que también le apuestan a la sostenibilidad ya que todos los excedentes se re usan en otras piezas y al ser tan durable, limita la necesidad de re cambios frecuentes, por eso la aceptación ha sido magnífica y desde Colombia hoy exportamos este tipo de ventanería hacia la Región Andina, Centro América, el Caribe y casi toda Latinoamérica” – sugiere Cardona. 

Insumos que le juegan a la salud, al bienestar de quienes habitan los diferentes espacios y a un diseño que eleve la sensación de confort de cada espacio, vital para el disfrute y la productividad.

 

Fuente: MC comunicaciones