En caso de que se presenten errores profesionales durante los procesos constructivos, hay seguros de responsabilidad civil profesional que respaldan a los arquitectos e ingenieros.
 

De acuerdo con la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), la cobertura se otorga a los daños que se causen por parte del asegurado en el ejercicio de sus actividades habituales, propias de su profesión.
 

“Es un mecanismo de transferencia de riesgo para que pueda proteger su patrimonio, ya que no tendrá que asumir el pago de perjuicios, pues serán cubiertos por la aseguradora”, dijo un vocero de la organización.
 

La práctica es cada vez más frecuente y los requerimientos contractuales de los proyectos ya están exigiendo tener este tipo de pólizas.
 

Según el gerente de líneas financieras de la empresa AIG Colombia, Andrés Navas, para obtener mejor calidad en las obras, las partes están siendo cada vez más exigentes.
 

El directivo enfatizó que ahora serán más importantes estos productos con los proyectos de gran envergadura que se vienen para el país, conocidos como infraestructura de cuarta generación o 4G.
 

Lo propio sucede con la dinámica de la vivienda. De acuerdo con las cifras reveladas por el sistema georreferenciado de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Coordenada Urbana, en lo corrido del año, a julio, se vendieron 102.756 unidades nuevas en el país, que representaron un alza de 2 por ciento frente al mismo periodo del año pasado. 
 

Crece la necesidad
 

En este entorno, la necesidad de protección en caso de errores en la especificación de materiales e incluso, de propiedad intelectual, se vuelve más imperante, teniendo en cuenta que no cubre el dolo.
 

“Siempre está la posibilidad de cometer errores en el desempeño de la actividad profesional”, agregó Navas, quien recordó que –de todas formas– estas pueden cubrir a personas naturales, como arquitectos y pequeñas empresas constructoras.
 

Lo cobertura de estos, entonces, podría ser los gastos de defensa en caso de que, por ejemplo, la estructura colapse. Se suman las indemnizaciones, que dependerán del monto que se especifique con la aseguradora.
 

Por ejemplo –explicó el vocero de Fasecolda–, a una firma de ingenieros se le encomienda el diseño de un puente. En el proceso constructivo este colapsa por la falla en sus diseños. Ante esto, la aseguradora asumirá el pago de los perjuicios que se le causaron al dueño de la obra.
 

Por eso, en términos generales se constituye en una solución para proteger a arquitectos e ingenieros frente a reclamos por actos profesionales incorrectos, relacionados con trabajos de diseño, especificación técnica, supervisión de construcción, estudios de vialidad y cálculo o inspección.
 

Al respecto, Navas también advirtió que “prescindir de esta, así no lo requiera el contrato, implica poner en riesgo el patrimonio”.
 

Vale mencionar que dependiendo de un nivel de experiencia mínimo, se le aprueban las pólizas. Así como a los arquitectos se les exige estar avalados por autoridades. 
 

Por ejemplo, el Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones (CPNAP) da el visto bueno en la materia, en concordancia con uno de los directivos de la junta de esta organización.
 

Redacción: Sección Vivienda EL TIEMPO