Luego de evaluar 67 proyectos de 27 escuelas de arquitectura, el jurado del premio Convive eligió tres ganadores que atendieron el objetivo del concurso: aportar a la revitalización urbana de El Listón, en el centro de Bogotá, un sector vecino a la Estación de La Sabana y al barrio Paloquemao, entre las calles 12 y 19, y las carreras 19 y 22.
 

El primer puesto fue para la universidad de San Buenaventura de Medellín, cuya propuesta según el jurado, “responde de forma coherente a todas las escalas y es cuidadosa en el análisis de las preexistecnias, con el ánimo de conservar valores del lugar”.
 

Esta apreciación se complementa con un riguroso análisis urbano que –aseguran los miembros del grupo calificador-, “ampara, tanto conexiones a escala de la ciudad como relaciones intermedias y circulaciones interiores.
 

“La pieza arquitectónica también presenta un gran desarrollo del concepto ‘plataforma-torre’ como principio fundamental en la concreción de ciudades cada vez más abiertas; además, propende por la reactivación de la economía y busca la inclusión social  (…)”, señalan. 
 

Algo para destacar es que reconoce la necesidad de reubicar a los habitantes actuales, algo fundamental para garantizar el éxito de cualquier intervención urbanística en Bogotá y el país. 
 

El segundo puesto fue para la universidad Pontificia Bolivariana, también de Medellín, cuya propuesta –según el jurado- articula las manzanas con el entorno. A esto se suma el manejo acertado y la disposición de los espacios públicos, entre ellos, las circulaciones, los parques y las plazoletas. 
 

También es muy importante la manera como sus gestores lograron ordenar el entorno del vecino colegio de La Presentación. Para ello, establecieron una articulación entre este y los nuevo equipamientos, conservando y revitalizando los valores patrimoniales y urbanos existentes. 
 

Allí, también se propone el núcleo de vivienda progresivo, que –explican sus autores-, “motiva a pensar siempre en formas adecuadas para los diversos grupos sociales que demandan vivienda en Bogotá. Incluso como instrumento de gestión propone un plan parcial con once unidades de actuación urbanística (…)”.
 

Por su parte, la universidad de La Salle ocupó el tercer puesto del premio Convive 2016, con un proyecto que llamó la atención del jurado porque “aborda integralmente aspectos de urbanismo, arquitectura y gestión socioeconómica”.
 

En términos técnicos, el jurado resalta el hecho de que “conforman un espacio urbano central de carácter peatonal, que ordena la totalidad del conjunto”. A esto le agrega “la inclusión de diferentes escalas de comercio y uso mixto, así como la identificación de problemas de régimen de la propiedad a los cuales se intenta dar respuesta”.
 

Este proyecto también propone el desarrollo del plan parcial mediante cinco unidades de actuación urbanística y presenta una proyección financiera, como guía para la viabilidad del desarrollo. 
 

Bogotá, a reproducir casos exitosos de renovación
 

El arquitecto y coordinador del concurso, Rafael Méndez, explica por qué estudiantes de dos universidades de Medellín se llevaron un premio que busca acciones urbanas para Bogotá: “En Medellín se ha trabajado mejor la renovación y por eso tienen mucho qué ofrecer; además, son rápidos a la hora de tramitar los planes parciales y eso es una ventaja. Otra cosa es que los estudiantes que ‘juegan’ de visitantes tienen que aprender más del sitio que van a intervenir y sacan provecho de eso, mientras que los locales creen que conocen más su ciudad y dejan de lado muchas cosas”.
 

Hay más menciones
 

En Convive 2016 también recibieron menciones proyectos de las universidades de Los Andes, Nacional (sedes Medellín y Bogotá) y la institución universitaria Cesmag de Pasto (Nariño). El jurado estuvo integrado por los arquitectos Sara Thabit, en representación de ONU Hábitat; Lucas Serna, de la Sociedad Colombiana de Arquitectos Bogotá - Cundinamarca, y Julio Gómez, de la revista ‘Escala’. La economista Nidia Acero fue asesora en los temas de gestión social y económica.
 

Fuente: Sección Vivienda EL TIEMPO