En época de vacaciones, el interés en invertir aumenta, lo mismo que la demanda de decoración y diseño.

 

Al analizar el desempeño de la vivienda nueva en Colombia el año pasado, el mayor crecimiento estuvo en la oferta campestre, sobre todo en los municipios aledaños a las principales ciudades.

 

Según Gloria Bonilla, presidenta de la Cámara de la Propiedad Raíz, “las ventas del mercado residencial se incrementaron 26 por ciento frente al 2013 por la dinámica de este tipo de inmuebles, especialmente en las ciudades intermedias”.

 

La directiva agregó que se comercializaron más de 2.000 unidades campestres en el periodo analizado; no obstante, al comienzo de este año la dinámica bajó, como suele suceder durante los primeros meses.

 

Pero, ¿qué es lo que buscan los potenciales inversionistas? La decisión de vivir en las afueras está impulsada por varias razones, entre ellas, disfrutar de la naturaleza y dejar el estrés que producen las urbes.

 

Además de estos factores, está la apuesta a una buena inversión inmobiliaria, ya sea a través de lotes y espacios construidos donde se ofrecen valores agregados como áreas sociales tipo club house adaptadas al ambiente campestre.

 

“El aumento del ingreso de muchas familias y el deseo de tener lugares de esparcimiento hacen que consideren vivir en estos ambientes o adquirir una vivienda de recreo para los fines de semana y las vacaciones”, asegura Mario Ciardelli, gerente general de Amarilo.

 

Incluso, la escasez de suelo urbanizable y el alto costo de los servicios públicos –como sucede en Bogotá–, ha impulsado esta tendencia.

 

Además, según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), la dinámica está ligada al crecimiento de casi treinta subsectores, entre ellos la decoración que también es la gran aliada de la oferta campestre.

 

Luego de invertir...

Por eso, tras la compra de este tipo de inmuebles, lo que sigue es la elección de los accesorios, los muebles y los detalles de diseño.

 

Angélica Varón, gerente de proyectos del área de interiorismo y decoración de Artekture, explica que la decoración debe tener en cuenta los gustos de quienes habitarán la vivienda.

 

Con esto resuelto, lo que sigue es no caer en excesos y, sobre todo, no perder la esencia de tranquilidad y armonía que ofrece el entorno donde están las viviendas.

 

“Algunos mantienen estilos tradicionales y para ellos materiales como las maderas, las piedras, el barro y los tejidos naturales son ideales”, señala Varón, quien agrega que los más contemporáneos utilizan accesorios y mobiliario modernos.

 

Otra de las particularidades de estas casas es el uso de la madera, que además de ser un elemento clave para la estructura de la construcción también forma parte de la decoración.

 

En lo relacionado con los colores, la diseñadora de interiores de Palo Santo, Laura Bermúdez Picco, sugiere utilizar tonalidades acordes con la naturaleza: tonos tierra, la gama de beige, los ocres y los colores amarillos y naranjas.

 

También recomienda prestar especial atención a los espacios del exterior, ya que –asegura– “la naturaleza ayuda a decorar por si misma el ambiente”.

 

Por eso, aconseja mantener un jardín en condiciones adecuadas y si el clima lo permite, destinar una zona de estar al aire libre. En este caso, lo mejor es adquirir muebles para el jardín en bambú o diferentes fibras naturales.

 

Finalmente, Yameli Correa, gerente general de la empresa Boon Decoración de Interiores, recuerda que también hay condominios campestres ubicados en zonas urbanas.

 

Y aunque manejan una dinámica un tanto diferente a las casas de campo tradicionales, la clave está en mantener el uso de materiales que evoquen lo natural.

 

Pasos para personalizar la decoración

Para adecuar los espacios, la arquitecta Angélica Varón, de la firma Artekture, recomienda:

 

- Primero hay que definir qué estilo tendrá la vivienda: contemporáneo, tradicional, industrial, ‘vintage’, etc.

-Además de las recomendaciones de este artículo, no sobra consultar fuentes de inspiración como internet, revistas de diseño o programas de televisión.

-Hay que buscar la armonía y el equilibrio. Para eso se debe tener en cuenta que todo estilo, independientemente de sus características formales y visuales, siempre lleva implícitos estos dos principios.

-No se debe confundir lo económico con lo barato al comprar materiales y buscar mano de obra. La economía siempre está dada por la mejor relación calidad/precio.

-No hay que descartar la eventual asesoría de un profesional experimentado.

 

El auge en el país

La Costa, Antioquia y el Valle, muy dinámicos.

 

A la actividad en los municipios con vocación campestre ubicados cerca de Bogotá como La Mesa, Anapoima y Villeta, entre otros, hay que sumarle el desarrollo del Caribe. Según Diego Fernando Marín, director de planeación de Grama Construcciones, “la mayor parte de las obras de la costa se desarrollan en Barranquilla, donde la clase media ha aumentado su poder adquisitivo”. Igual sucede cerca de Bucaramanga, donde las ventas campestres se dan, sobre todo, en La Mesa de los Santos. Medellín, por su parte, tiene en el oriente antioqueño a Llanogrande, se suman Rionegro y El Retiro, entre otros. Y cerca de Cali, este tipo de oferta está en Jamundí y sus vecinos Candelaria y Palmira, entre otros.

 

Sección Vivienda EL TIEMPO