Febrero 2014 - La dinámica del sector constructor en Colombia dio un giro, con una interesante apuesta a las ciudades intermedias.

En el caso de Bogotá, la expectativa del Plan de Ordenamiento y la escasez de suelo impactaron de forma importante, al punto de que muchos constructores revaluaron sus expectativas de negocio y empezaron a evaluar opciones en los municipios aledaños y en otras capitales.

Pero no es el único caso. Bucaramanga también ha experimentado el efecto de la falta de tierra y esto, en consecuencia, impulsó el interés por hacer proyectos en sectores cercanos.

Otra consecuencia obvia, para estas dos ciudades, ha sido el aumento de los precios.

A pesar de estos casos puntuales, los analistas consideran que hay que verle el lado positivo a la situación y eso es hacer presencia en otras regiones.

“Explorar otras ciudades, entre ellas las principales capitales y varias ciudades intermedias, es uno de los retos de este año”, asegura César Llano, presidente de la Federación Nacional de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas).

Según el directivo, el sector inmobiliario mantendrá un papel protagónico, siempre y cuando se conserve la dinámica económica observada en el 2013.

Y agrega que su papel estratégico en la reconversión del país y las ciudades será determinante.

Este año –explica Llano– entrarán en operación los mecanismos de control para las curadurías urbanas, que propuso el Ministerio de Vivienda, y la reglamentación de la Ley 1673, especialmente para lo concerniente a las actividades de construcción, venta y compra de vivienda, arrendamiento y administración de propiedad horizontal.

De igual manera, queda pendiente la recopilación de todas las normas sobre la promoción, venta, construcción y viabilización de los proyectos de vivienda nueva.

“Y en cuanto al desarrollo del mercado residencial, será necesario que este año se mantenga el subsidio a la tasa de interés que, sin duda, ha demostrado que es un mecanismo que impulsa al sector de la construcción”, señaló el dirigente.

De hecho, al analizar las cifras del país en materia de vivienda, la de interés social (VIS) volvió a poner un punto alto en el 2013 ya que las aprobaciones en este rango aumentaron, a octubre del año pasado, 14,9 por ciento, mientras que la Vivienda No Social (No VIS) cayó 11,4 por ciento.

Otros usos y regiones

Pero la dinámica también estará soportada por el desempeño de otros usos (bodegas, locales, hotelería y oficinas), sin que esto signifique riesgos para la oferta residencial.

Los analistas son conscientes de que los proyectos diferentes de la vivienda compensarán las cifras a la hora de los balances durante este año.

Por ejemplo, en oficinas, la dinámica alcista se confirmó en un reciente informe de la firma de servicios inmobiliarios, Colliers International, en el que advirtió que el año pasado ingresaron 108 mil metros cuadrados rentables, para sumar 2 millones.

Y se espera que este año se llegue a 2,1 millones de metros cuadrados, con tendencia al alza en edificios de altas especificaciones.

Roberto Cáceres, presidente de la compañía en Colombia, también había presagiado al finalizar el 2013 “un importante movimiento en Medellín, Barranquilla y, en menor medida, en Cali”. Algo que confirmaron las recientes cifras del Dane en materia de licencias, pues el mercado de oficinas registró un aumento de 66,1 por ciento en el reporte de noviembre pasado con respecto al mismo mes del 2012.

“Estas ciudades tienen un inventario muy reducido, pero allí la ventaja es que las firmas han reinventado el negocio y se están abriendo más espacios, a los que el próximo año les sumarán grandes terrenos para construir en las zonas urbanas”, señaló Cáceres.

En términos regionales llama la atención cómo en los dos últimos años las ciudades de la costa como Barranquilla, Santa Marta y Cartagena han mostrado un desempeño alto, que –según Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol)– se mantendrá en el 2014.

Un mercado en constante movimiento

Este año, la inversión en construcción también estará en proyectos hoteleros, por ejemplo, a través de la figura de los derechos fiduciarios, que facilitará la compra.

La llegada de empresas extranjeras moverá el mercado de oficinas; incluso, muchos ejecutivos que arriban al país necesitan una vivienda y esto dinamizará los negocios inmobiliarios.

Barranquilla tiene un capítulo importante a la hora de establecer dónde se concentra una buena parte de la inversión. Y los Tratados de Libre Comercio serán claves en esa dinámica.

Las ciudades intermedias ya están acogiendo a muchos constructores. Parte del descubrimiento de ese potencial también se le atribuye a la llegada del programa de las 100 mil viviendas gratis a regiones donde no había mucha presencia.

Sección Vivienda EL TIEMPO / Gabriel E. Flórez G.