Julio 2015 - La iniciativa Human City tuvo un acompañante de lujo: el arquitecto italo-israelí David Fisher, quien estuvo en Medellín para apoyar el proyecto que adelantan varias instituciones de la capital de Antioquia con el fin de generar conciencia sobre la importancia de hacer ciudades sostenibles.

 

Fisher, creador de la arquitectura dinámica y quien diseñó el primer edificio en movimiento, en Dubái, habló con EL TIEMPO de cómo ve la arquitectura actual y de la necesidad de construir urbes más humanas.

 

Su arquitectura dinámica es viva y, sin duda, una buena manera de hacer que las personas también se muevan y se apropien de su entorno…

 

La vida en sí es muy interesante. Está en constante cambio, somos dinámicos y debemos tener distintos puntos de vista, y esto incluye a la arquitectura, que debe estar al servicio de los seres humanos.

 

Hace algunos años se planteó la posibilidad de construir una torre dinámica en Bogotá, ¿qué pasó?

 

Me reuní con el presidente (Álvaro) Uribe al final de su mandato y eso quedó así; a la fecha no ha habido nuevas charlas.

 

Pero, ¿algún día tendremos una obra suya?, ¿dónde?

 

Me sorprende Medellín. Muy organizada, limpia y con personas con posibilidades de invertir en nuevos edificios. Es posible que evaluemos las opciones para hacer algo.

 

 

A propósito del acompañamiento a la campaña Human City, ¿cómo encaja en su arquitectura?

 

Encaja en todo. Por ejemplo, creo que tenemos que evitar los carros y las carreteras que se ‘meten’ en los edificios, no solo porque debemos tener aire limpio sino para evitar las barreras entre las personas; es decir, hay que diseñar jardines, parques y quizás edificios altos. De esta forma liberaremos más espacio para áreas verdes.

 

Además, hay que incluir tecnología para hacer ciudades inteligentes y combinar usos (comercio y entretenimiento, que en muchos lugares no existe en las noches). De hecho, mi doctorado se centró en cómo diseñar ciudades basadas en los seres humanos, porque la misión del arquitecto no es solo hacer edificios sino entregar, con ellos, calidad de vida.

 

Se habla bastante de las construcciones sostenibles. Hay varios certificados para este tipo de obras, ¿qué opina de estos sellos?

 

Son limitados porque se les dan a los edificios que ahorran energía y creo que, por el contrario, deberían producirla.

 

La sostenibilidad también significa que al construir ahorremos materiales y no produzcamos desperdicio.

 

También hay que hacer edificios que duren muchos años, con insumos reciclables; incluso, que sin demoler desmontemos una torre y la llevemos a otra ciudad.

 

Usted ha podido conocer algo de la arquitectura colombiana. ¿Cómo nos ve respecto a otras capitales de América Latina?

 

Hay una arquitectura bonita, pero no dinámica. Más elegante y sobria de lo que he visto en otras partes del mundo y sin edificios que traten de ser icónicos.

 

¿Cuál es el papel de los gobiernos para hacer urbes más humanas y sostenibles?

 

En sus manos está toda la responsabilidad, porque a los desarrolladores solo les interesa hacer dinero, no mañana sino ahora mismo.

 

Por eso, el cambio solo puede venir de gobiernos fuertes que dicten una directriz para los intereses de la comunidad.

 

Al hablar de las nuevas generaciones de arquitectos, ¿en qué manos están quedando nuestras urbes?, ¿cómo ve el futuro?

 

Espero que tengamos una escuela con un enfoque distinto, en el que la arquitectura sea el resultado de la sostenibilidad y que ofrezca –insisto mucho en ello– calidad de vida; no bellos, necesariamente, pero que por encima de todo sirvan a los seres humanos.

 

Así es Human City

 

El proyecto Human City, que busca propiciar el uso eficiente de los recursos y que contribuyan a generar una cultura basada en la sostenibilidad, está liderado por un colectivo de empresarios entre los que se encuentran Esquema Publicidad y Comunicaciones Efectivas, con el apoyo de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia; el clúster de turismo negocios, ferias y convenciones, el clúster de construcción, el Centro Nacional de Producción más Limpia y el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible.

 

Sección Vivienda EL TIEMPO / Gabriel E. Flórez G.