Tenía el nombre de Wonosari, pero dejó de llamarse así para recibir un nuevo apodo, la ‘aldea arco iris’. Está ubicada al oeste de Semarang, en el centro de la isla de Java, en Indonesia.
 

Antes era un pueblo como los otros de la zona, pero un día sus habitantes decidieron darle un cambio a su aldea. Planearon un programa de renovación, recaudaron fondos del gobierno local y de empresas de la zona para darle vida a las 200 viviendas apagadas y separadas por calles sucias, en una colina que da un río.
 

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Todos sus habitantes decidieron trabajar unidos y luego de un mes de grandes esfuerzos, las viviendas del lugar tuvieron un baño de colores. Además, descontaminaron el río, todo por un valor de 200.000 dólares.
 

"Es muy peculiar, muy creativo", afirmó entusiasmada a AFP Maya Susanti, una indonesia que ha visitado el pueblo con una amiga. "Antes la aldea era muy apagada pero ahora hay muchos sitios maravillosos para fotografiarlos".

 

Ahora la ‘aldea arco iris’ pasó de ser un lugar más en Indonesia y se ha convertido en un sitio turístico que atrae muchas personas que suben imágenes a las redes sociales de las casas de colores. En Instagram, abundan las fotografías de este colorido sitio que recibe turistas de todo el mundo.

Este es un gran ejemplo de como un esfuerzo de la comunidad repercutió de manera positiva en la economía de los habitantes y ayudó a incrementar el conocimiento sobre este sitio, por medio del turismo.
 

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