Gabriel E. Flórez G.

Coordinador editorial Vivienda

En Twitter: @GabrielFlorezG
 

La Resolución 549 del 2015, cuyo objetivo es establecer porcentajes mínimos y medidas de ahorro de agua y energía en las edificaciones nuevas, será de obligatorio cumplimiento en todo el país desde agosto próximo.
 

Así lo señaló Cristina Gamboa, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), quien agregó que para Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali había entrado en vigencia en agosto del año pasado.
 

Según la directiva, “la expedición de la política de lineamientos de construcción sostenible, a través del Decreto 1285 del 2015 del Ministerio de Vivienda y su primera reglamentación representada en la Guía para el ahorro en agua y energía en edificaciones, es un hecho trascendental para el quiebre de la baja conciencia que predominaba en la industria de la construcción frente al desarrollo sostenible”.
 

Gamboa asegura que, además, es un aporte para contrarrestar el significativo impacto ambiental que representa el sector. “Este tipo de avances normativos, complementados con la Ley 1715 del 2014 sobre fuentes no convencionales de energía y el trabajo de varias ciudades en promover el desarrollo urbano sostenible, confirman que el desarrollo sostenible es la mejor práctica. De paso, tiene el valor agregado de contar con el apoyo del Estado, que entendió su importancia y alcance”.
 

Los avances
 

Algo para destacar de la norma es que impone una garantía de mínimos estándares de eficiencia en consumos en energía y agua en las nuevas construcciones; algo necesario, si se tiene en cuenta que hay retos económicos, ambientales y sociales. 
 

Sobre el tema, Flavio Romero, presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), aseguró que cada día hay mayor conciencia respecto al tema. “De hecho, han aumentado los arquitectos y promotores de proyectos que en sus diseños y en su implementación tienen en cuenta el ahorro energético, el mínimo desperdicio de agua y la producción de energía”. 
 

De todas formas, el Presidente de la SCA es consciente de que falta mucho camino por recorrer. “Sin embargo, paulatinamente vamos avanzando en los nuevos hoteles, centros comerciales y hospitales, entre otros donde se aplican los conceptos de construcción sostenible”, dijo el directivo, quien agregó que una de las ventajas es que hoy en día el diseño es multidisciplinario y tiene entre sus aliadas nuevas tecnologías que, precisamente, hacen que los procesos sean más responsables con la naturaleza y el planeta.
 

Sobre el tema, Gamboa también anotó cómo el sector privado ha respondido positivamente a la nueva regulación. “Actualmente se comprende mucho mejor que el crecimiento verde y la eficiencia en el uso de los recursos, que son sinónimos de mayor competitividad y productividad”, señaló. Sin embargo, desde el CCCS, la ejecutiva considera que persisten algunos retos para la Resolución 549. 
 

El gerente del Grupo Oikos, Luis Aurelio Díaz, coincidió con la directiva y considera que a nivel ambiental, la puesta en marcha de la guía es una decisión importante.
 

“Aun así, como todo este tipo de normas uno de los desafíos es mirar cómo se van ajustando para no impactar a quienes no tienen poder adquisitivo. Por ejemplo, en el caso de la vivienda social hay que ver cómo impacta la norma a quienes compran. Incluso, es clave que lo trazado por la resolución no impacte los presupuestos de los constructores y no los saque de la viabilidad financiera a la hora de desarrollar sus proyectos”, señaló el gerente de Oikos.
 

En esa línea, Andrés Arango, socio fundador de la constructora Urbanum, advirtió que en el proceso también será determinante masificar los productos ahorradores de agua y energía. “Así se logrará el impacto positivo para las nuevas construcciones y, claro, para el bolsillo de los nuevos propietarios. Incluso, uno de los retos será trabajar para entender la importancia de la norma, incluso, en viviendas y edificaciones existentes”, enfatizó.
 

Reglamentos e incentivos, en la agenda 
 

La ‘Guía para el ahorro en agua y energía en edificaciones’ estipula que luego de un año de vigencia (agosto del 2017), el Minvivienda debe reglamentar el mecanismo de reporte y verificación (MRV) para el seguimiento y el control del ahorro por parte de los nuevos proyectos inmobiliarios, cuya licencia haya sido expedida a partir de agosto de 2016. “Y es crucial, ya que para saber cómo evoluciona la política es indispensable contar con datos veraces de su aplicación”, explica Cristina Gamboa, directora del CCCS, quien agrega que solo así se comprenderán las líneas base establecidas en el estudio que sustentó la formulación de esta normativa. 
 

"Contar con el MRV también permitirá dimensionar el impacto de la política y, sobre todo, les dará a las autoridades locales herramientas que les permitan otorgar incentivos reales a proyectos inmobiliarios que logren porcentajes de ahorro superiores a aquellos establecidos en la guía”, enfatizó. "Estos son esenciales para facilitar y acelerar la transición a construcciones nuevas más eficientes, evadir a que lo que se siga construyendo en no contemple la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) y evitar que los eventuales sobrecostos sean transmitidos al usuario final".
 

Alcance en las regiones
 

La resolución 549 no especifica el diseño ni la implementación de incentivos a proyectos inmobiliarios que logren porcentajes de ahorro superiores a los establecidos en la guía. Esta tarea la deja a criterio de municipios y distritos donde deberán ajustar la reglamentación.