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La moderación en la dinámica del sector constructor en el primer semestre del 2017 podría revertirse y darle paso a un mejor desempeño en lo que resta del año.
 

Esta es la previsión que tienen algunos analistas, quienes le contaron a EL TIEMPO cómo, en medio de la incertidumbre, tratan de abrirle un espacio al optimismo. Al respecto, la presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Sandra Forero, considera que el contexto económico sigue enviando señales de ajuste. 
 

En medio de la expectativa, la directiva asegura que “hay mensajes positivos en las condiciones para dinamizar el mercado residencial con las tasas de interés y con el apoyo a la vivienda de interés social (VIS) y de rango medio, a través del Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria (FRECH)”.
 

A esto le suma una mejoría en la construcción no residencial y un determinante estructural como el empleo, que para el sector exhibe potencialidades, pero que –según el Dane– estaría impulsada por las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler.
 

La entidad estadística confirmó esto en el reporte de empleo del segundo trimestre del año, en el que esa categoría aumentó 5 por ciento su aporte con nuevos puestos de trabajo, mientras que la construcción registró una caída de 5,2 por ciento frente al mismo periodo del 2016. Aun así, los analistas consultados creen que las condiciones están dadas para revertir la segunda cifra. Por ejemplo, Forero asegura que “coherente con el desarrollo de los programas de vivienda, el segmento social mantiene un dinamismo importante”. 
 

Al respecto, destacó que en el primer semestre del año los lanzamientos se incrementaron 17,12 por ciento, al pasar de 21.820 unidades nuevas en el 2016 a 25.555 en el mismo periodo de este año. Igualmente, las ventas reportaron un alza de 9,02 por ciento.
 

¿Y el estrato medio?
 

Caso contrario el del estrato medio que, según Camacol, este año debería mejorar su desempeño, ya que en el primer semestre no mostró la tendencia alcista esperada, por lo menos en lanzamientos y ventas (ver gráfico). Y es clave, porque allí está parte de la puesta del Gobierno. 


 

Así, las previsiones para el segundo semestre dan cuenta de que, vía subsidio a la tasa de interés, llegarán los ajustes que –de paso– trazarían la ruta para un mejor desempeño en el 2018. 
 

Así lo advierte Juan Antonio Pardo, presidente de la constructora Prodesa, quien considera que hay dos asuntos que impulsarán la demanda, particularmente en el rango superior a VIS y que contribuirán a terminar el año con buenos resultados: la tendencia a la baja en las tasas de interés, resultado de los ajustes hechos por el Banco de la República en la tasa de referencia (este jueves, precisamente, la volvió a bajar y quedó en 5,5 por ciento). A esto, Pardo le agrega la ampliación del auxilio que se ofrece para viviendas hasta de 321 millones de pesos. 
 

El Ministerio de Vivienda coincide con Pardo y asegura que la medida tendrá un impacto positivo para el resto del año en la producción y en las ventas. “Sin duda, estos incentivos permitirán facilitar los mecanismos de financiación y dinamizarán la demanda”, anota.
 

En la misma línea está el presidente de la constructora Amarilo, Roberto Moreno, quien agrega que este apoyo de la mano del programa Mi Casa Ya mejorará el desempeño del sector. A esto le suma el punto de quiebre en la inflación, que, como dice Pardo, ha permitido bajar la tasa de interés.
 

En el caso particular del estrato medio, la nueva versión del subsidio será determinante. Según el empresario, “por sus características, este grupo estaba como en un ‘sanduche’, sin mayores beneficios; sin embargo, ahora se reactivará e impulsará los negocios en los subsectores que mueve la industria (acabados, insumos, etc.). De paso, a los compradores les dará una mano para lograr el cierre financiero”. Para ello, agregó Moreno, la participación de los bancos será clave.