Si estás pensando en que este tipo de construcción tiene relación con cuevas o con viviendas que fueron excavadas como el caso de las encontradas en Túnez, estás equivocado. 
 

En español se llaman 'casas bajo tierra' pero en inglés tienen un nombre más apropiado, 'earth sheltered houses' ya que traduce como: casas protegidas por tierra. Estas son construcciones en las que una o varias de sus paredes e inclusive el techo están formados de tierra.
 

Este tipo de vivienda cobró un repentino auge en los años setenta, debido a la crisis petrolera, que hizo que muchos arquitectos retomaran una propuesta sostenible en sus construcciones.
 

Fotos: 123RF
 

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En Islandia también este fenómeno aún sigue vivo. Este tipo de edificaciones son una tradición que ha perdurado durante siglos y muchas de estas estructuras han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
 

Para muchos, estos tipos de construcciones son impensables y parecen ser solo una imaginación, pero con el paso de los años se han convertido en tema de estudio para los arquitectos que buscan, mediante sus proyectos, cuidar el planeta pensando en la sostenibilidad de las viviendas.
 


 

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"Está surgiendo otro tipo de edificio: uno que realmente cura las cicatrices de su propia construcción. Conserva el agua de lluvia y el combustible, y proporciona un hábitat para criaturas distintas de la humana. Tal vez se pondrá de moda, tal vez no lo hará. Ya veremos", Malcolm Wells, 2002.

 

Las casas enterradas, no son una práctica moderna, estas eran utilizadas hace unos 5.000 años y las primeras construcciones de este tipo de edificaciones se encontraron en las Islas Orkney al norte de Escocia.
 

Dependiendo del tipo de construcción, su diseño varia hasta el punto en el que sobre la vivienda pueda llegar a crecer hierba, pasto y flores que asemejan un aspecto de montaña con puertas y ventanas.  
 

Beneficios de vivir bajo tierra
 

Este tipo de construcciones además de ser muy originales, aportan muchos beneficios a aquellas personas que eligen vivir en ellas.
 


 

En definitiva, estos edificios son altamente eficientes, además de ser más económicos que las construcciones convencionales, ya que se emplea menos mano de obra y menos máquinas de construcción. Además, en muchos casos, estas casas incluyen tratamiento de aguas, así como invernaderos como fuente de calor y alimentos.
 

¿Qué piensas, vivirías en una casa enterrada?

 

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