Tres anteproyectos arquitectónicos de vivienda rural recibieron el reconocimiento. La Federación de Cafeteros también apoyó el concurso.

 

Las dos últimas semanas han estado activas en materia de premios en Colombia. Otro que se entregó en días pasados –además del Lápiz de Acero y de las Obras Cemex– fue el de Corona Pro Hábitat.

 

En total se recibieron 79 propuestas que cumplieron los requisitos exigidos: rendir un homenaje a las zonas del país donde se cultiva el café, a través de nuevos prototipos de vivienda campesina para este sector.

 

Además, representantes del concurso señalaron que también buscaban “incentivar iniciativas de investigación en el desarrollo de anteproyectos modulares, con el fin de ofrecer soluciones habitacionales integrales y sostenibles, en equilibrio con la población y el territorio”. Cada proyecto ganador recibió 27 millones de pesos, de los cuales 17 se otorgan por la elaboración de los planos constructivos.

 

Además, la Federación Nacional de Cafeteros apoyará todo el proceso.

 

Sistema constructivo para la vivienda cafetera ganó en la zona norte

Este proyecto de la facultad de Artes de la Universidad Nacional, sede Bogotá, se destaca, según el jurado, por plantear una solución de vivienda que se presta para localizarse en terrenos de topografía variable. Además, gracias a la modulación ofrece posibilidades de crecimiento y se adecúa a las condiciones climáticas del entorno cafetero de la región. Otro de los factores importantes es que tiene la capacidad de adaptarse a las diferentes condiciones y a la cultura de sus habitantes. Algo que llama la atención, además de sus características constructivas y arquitectónicas, es que la propuesta plantea la posibilidad de que los habitantes se apropien del inmueble mediante sus prácticas decorativas.

 

El material básico de la construcción es la madera, la cual se transforma en cajas, que son las que permiten establecer los espacios.

 

La zona centro y su propuesta

Según el jurado del premio Corona Pro Hábitat, con esta obra de la empresa de vivienda de Antioquia (Viva) se aporta “un orden estructural que permite la adaptación de los espacios interiores a las necesidades de cada familia”. El sistema estructural y constructivo de este anteproyecto es flexible; de hecho, tiene la ventaja de que puede transportarse con facilidad a los lugares donde se construirán cada una de las viviendas, lo que representa ahorros en tiempo y facilidades de desarrollo.

 

Prototipo flexible en la vereda El Danubio, Pitalito (Huila), premio para la región sur Esta iniciativa concebida en Cali, cuyos autores son los arquitectos Germán Andrés Ramírez Tovar, Valentina Collazos Díaz y Andrés Navarro Ortiz, fue elegida –según el jurado– por su por su claridad formal y constructiva, ya presenta posibilidades de ampliación dentro del mismo volumen. Además, por sus características hace posible recuperar elementos de la tradición cafetera.

 

Sección Vivienda EL TIEMPO