Gabriel E. Flórez G.

Coordinador editorial Vivienda EL TIEMPO

En Twitter: @GabrielFlorezG
 

De 127.000 viviendas nuevas disponibles en el país, el 75 por ciento logró el punto de equilibrio, es decir, superó las ventas exigidas y sus desarrolladores ya pueden recibir de la fiducia el dinero entregado por los compradores y, por lo tanto, pueden iniciar obras.
 

Así lo reveló la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), a través de su área de investigación Coordenada Urbana que, además, destacó que de esa oferta, el 55 por ciento corresponde al estrato medio donde, precisamente, el Gobierno ha puesto la mira con la tercera fase del subsidio a la tasa de interés.
 


 

Al respecto, vale recordar que para la oferta con precios entre 100 y 321 millones de pesos se destinaron 40.000 cupos adicionales, que se repartirán durante los años 2018 y 2019. 
 

Para los compradores de este rango, el beneficio está representado en 2,5 puntos porcentuales y un ahorro promedio de 25 por ciento en la cuota mensual. Ahora, solo resta la reglamentación que, según supo este diario, estaría lista a finales de agosto. 
 

En medio de esa expectativa, el analista del BBVA Research, Mauricio Hernández, destacó esta semana cómo el sector ha logrado sobrellevar el entorno de desaceleración de la economía, en parte, por una política pública acertada y por una estructura de la industria más sólida.
 

En el caso de la vivienda de interés social (VIS), esto ha evitado que los negocios se deterioren. Incluso, en línea con los datos de Camacol, Hernández resaltó que la VIS continúa creciendo en ventas y lanzamientos de nuevos proyectos, lo que no sucede con la oferta del estrato medio.
 

Sin embargo, con la buena noticia de un alto porcentaje logrando el punto de equilibrio, este segmento parecería estar listo para revertir la tendencia.
 

Constructores opinan 
 

Para Andrés Arango, socio fundador de la constructora Urbanum, el hecho de que los desarrolladores de vivienda estén logrando más del 65 por ciento de las ventas de sus proyectos, así sea en un tiempo más prolongado que hace un par de años, es un mensaje de la confianza que –asegura–, “se consolidará durante el segundo semestre del 2017, tras una primera parte complicada”.
 

Según el empresario, “los constructores estamos listos para emprender nuevos proyectos y en el caso de Urbanum, como lo revelan las estadísticas sectoriales, la apuesta está en el estrato medio para el cual estamos evaluando, en Bogotá, cuatro obras de la mano del Decreto 621, que dio vía libre a la posibilidad de edificar en altura en el eje de la calle 80 y en la Avenida NQS”.
 

Luis Aurelio Díaz, gerente del Grupo Oikos, dijo que, efectivamente, el nuevo subsidio y la reducción de las tasas han generado una dinámica interesante, aunque reconoce que aún no es la esperada por el sector.
 

El lado positivo de la situación, según el directivo, es que como en cualquier otro negocio era necesario decantar precios y ritmos de ventas para sacar del mercado a los llamados “paracaidistas de la construcción”, es decir, oportunistas que llegaron a pescar en río revuelto durante los buenos momentos. “Estos no aguantaron y fueron saliendo a medida que el mercado se puso lento”. 
 

Por eso, Díaz espera que a partir de octubre próximo la tendencia alcista sea un hecho, especialmente en los estratos bajo y medio, contrario a los rangos 5 y 6 que mantendrán un ritmo lento en lo que resta del año.
 

Sin embargo, como complemento a los anuncios que han tenido más eco durante los últimos meses (subsidio hipotecario y disminución de las tasas, entre otros), el representante del BBVA destacó otra variable que también daría una mano a la reactivación: las cuentas acumuladas de Ahorro para el Fomento de la Construcción (AFC), que pueden seguir financiando la compra de vivienda. 
 

A estas le suma la cartera hipotecaria, que representa el 6,4 por ciento del PIB –un nivel frente al histórico en el país–, y que permite prever un mejor desempeño de los préstamos.

 

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